El perdón es como una calle de doble sentido.
Cuando perdonamos a alguien,
También nos estamos perdonando a nosotros mismos.
Si somos indulgentes con los demás,
es más fácil tolerar nuestros propios errores.
Así, sin culpas y sin amargura,
mejoramos nuestra actitud ante la vida.
El acto de perdonar limpia el plano astral
y nos revela la verdadera luz de Dios.
Maktub
Vive el presente
No hay comentarios:
Publicar un comentario