Rara ves percibimos que estamos rodeados por lo extraordinario.
Los milagros suceden a nuestro alrededor, las señales de Dios
nos muestran el camino, los ángeles piden ser oídos...
Sin embargo, no prestamos atención a nada de esto.
Las prácticas religiosas tradicionales son importantes.
Nos hacen participar junto a los demás de una experiencia comunitaria
de adoración y oración.
Pero nunca debemos olvidar
que una experiencia espiritual es una experiencia practica de amor.
Son numerosos los conflictos que nos acompañan en nuestra búsqueda,
pero debemos vencer nuestros miedos, porque el camino
se hace mediante la experiencia diaria del amor.